viernes, 7 de octubre de 2011

Tiempos de rebelión


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

La orden de los caballeros Jedi, una antigua y respetada órden monástica de sabios y guerreros que vivía en sus templos, ajenos al devenir de la política intergalactica siguiendo solo su mística filosofía, entró en declive. Dotados de habilidades sobrehumanas más allá de toda ciencia y razón, rompieron su imparcialidad y comenzaron a influir en la política intergalactica desde su Consejo en Coruscant. Comenzaron a tomar partido por sus intereses, y acabaron por intervenir en las Guerras Clon que asolaron las galaxias hace 22 años, enfrentando a la Republica con los sistemas que reivindicaban su desanexión.



Aunque al principio lucharon en favor de la Republica a la cabeza de su ejercito clon, a medida que la guerra avanzaba durante 3 convulsos años, fueron influenciando desde un segundo plano la política del Senado Galáctico. Finalmente, a medida que sus maquinaciones salían a la luz, fueron enfrentándose con la clase política, hasta llegar a atentar contra el por entonces Canciller Palpatine.

Aunque lo intentaron, fallaron en su proposito, y gozando del apoyo de gran parte del Senado (incluso habiendo rechazado antes esa misma sugerencia) el Canciller se vió en la obligación, para frenar el caos burocrático de un sistema anquilosado que se aplastaba bajo su propio peso, y para frenar el caos que amenazaba con colapsar las galaxias, de reestructurar la Republica como un Imperio, erigiendose como Emperador con apoyo unánime

El Emperador comenzó entonces a perseguir a los Jedi por sus crímenes y conspiraciones, hasta que finalmente el peligro de la orden estuvo superado. Sus templos fueron demolidos, y su nombre intentado borrar de la historia. Se cree que tan solo uno sobrevivio, Darth Vader, un poderoso Jedi que se alió con el Emperador y colaboró en las redadas contra la orden.  

Ya entonces existían disidentes al régimen de Palpatine, y a pesar de que han transcurrido 19 años desde aquellos días, los rebeldes al imperio no solo continúan existiendo, si no que son más fuertes que nunca.

Recientemente, el Emperador ha disuelto la Corte Suprema y las Cortes Regionales, órganos imperiales de Justicia cuyas competencias quedan ahora en manos de los Moff. Con esta medida se pretende centralizar y agilizar la burocracia, agilizando un sistema legal que aunque mas efectivo que el de la Republica, se mostraba ya demasiado extenso para garantizar un correcto servicio a los mundos. Pero junto a esta medida, el Imperio ha cometido hace 14 días otro acto considerado desproporcionado por la mayor parte de los habitantes de las galaxias. Revelando su Estrella de la Muerte, una estación de combate capaz de destruir mundos, la ha inaugurado disparando su superlaser contra Alderaan, un planeta pacifista, y aniquilando en un solo segundo billones de vidas. Donde antes orbitaba Alderaan, solo queda ahora un campo de asteroides, mudo testigo del poder del imperio.



Según algunos discretos rumores, la princesa Organa de Alderaan, se encontraba en la estación de combate prisionera, acusada de simpatizar con la Rebelión y de esconder información Imperial clasificada. Esos mismos rumores de cantina dicen que el planeta pagó la voluntad de la princesa dellevarse sus secretos a la tumba si fuese necesario. Sea como fuere, como si la destrucción de Alderaan les hubiese dado fuerzas, a continuación, los rebeldes lanzaron un ataque contra la Estrella de la Muerte cuando esta localizó su base secreta en Yavin-4, y sus cazas lograron destruir la estación de combate (encontrando un punto debil en su construción, según a quien escuches)



Ahora, 2 semanas después de la destrución de esta Estrella de la Muerte, simbolo del poderio Imperial, y primera batalla exitosa de la rebelión, la noticia ha recorrido ya las galaxias y las primeras reacciones se han hecho notar. Las fuerzas imperiales están en alerta, y la tolerancia a los elementos subersivos ha desaparecido. A la par, en las cantinas y mesas de sabacc donde filibusteros de toda índole buscan su fortuna, individuos de dudosa moralidad comienzan a entender lo que la Rebelión representa. Les hay que opinan y cayan cuando una patrulla pasa cerca. Les hay que apoyan simbolicamente a los rebeldes, o simpatizan de alguna forma. Pero también están esos héroes anónimos que comprometen su causa con la Rebelión y entregan su vida a la causa de luchar en la guerra por defender la libertad en el universo.

Corre el año 19 del calendario Imperial, el 35, para los soñadores que todavía cuentan con el ilegalizado calendario de la Republica. La rebelión toma fuerza.