sábado, 14 de enero de 2012

Mynocks

Los mynocks son parásitos alados parecidos a gigantescas mantarrayas. No son inteligentes y biológicamente se parecen mucho a organismos microscópicos basados en el oxígeno o el carbono. Sin embargo, los mynocks, como las babosas espaciales, son formas de vida basadas en el silicio. Esto les permite sobrevivir en el vacío del espacio (De hecho, muchas formas de atmósfera respirable resultan letales para ellos), pero no han desarrollado ninguna forma conocida de inteligencia.

Los mynocks se alimentan de energía, en particular de energía electromagnética o estelar. Vuelan en los vientos estelares para capturar las partículas emitidas por las estrellas, mientras su piel negra y correosa absorbe la radiación electromagnética.

Cuando una nave pasa cerca de su posición, se adhieren a ella utilizando sus bocas parecidas a ventosas y extraen de la nave la energía que necesitan para sobrevivir, lo cual suele perjudicar el rendimiento de la nave. Incluso si la nave entra en el hiperespacio, cualquier mynock que esté pegado a los cables de energía (su blanco favorito por ser el más provechoso), o a cualquier otra parte de la nave, acompañará al vehículo a través del hiperespacio sin soltarse, y sin ser consciente de lo que pasa a su alrededor. Un mynock sólo puede entrar en el hiperespacio si está pegado a una nave (Lo cual sugiere que se han originado en un único planeta, y después se dispersaron).


Mynock adherido al casco de una nave


Los mynocks absorben energía de las naves, privándolas de muchas de sus utilidades (Incluso podrían impedir que una nave entrase en el hiperespacio a base de absorber energía en los lugares adecuados), por lo que los capitanes no han encontrado motivos para alegrarse de la presencia de estos parásitos, a los que han apodado "Chupapotencia".

Cuando un mynock ha absorbido suficiente energía, abandona la nave voluntariamente en busca de algún asteroide que resulte adecuado por su composición. Se adhiere entonces al asteroide e ingiere silicio y otros materiales, incrementando su tamaño. Cuando ha absorbido suficiente masa, un mynock se divide en dos a través de un proceso de fisión, y ambos mynocks se lanzarán al espacio en busca de alimento. Los mynocks más grandes encontrados han alcanzado longitudes de hasta 1.60 metros antes de tener que reproducirse.

El territorio ocupado por un mynock es temporal; no son una especie que eche raíces puesto que su alimento se mueve por toda la galaxia. Sin embargo, para un mynock, el lugar que ha elegido es sagrado hasta que lo abandona, y algunos xenobiólogos han observado que violar este territorio puede hacer que los mynocks ataquen en grandes números. Atacarán también si son físicamente amenazados. Sin embargo, los estudios realizados por equipos de exploración en el sistema Geddes sugieren que cuatro o cinco mynocks son muy pocos para atreverse a responder a un ataque, y cada mynock intentará pasar desapercibido para evitar atraer la atención.


Mynock


Los mynocks no son utilizados como animales guardianes o mascotas (salvo honrosas excepciones), y la única utilidad que han tenido a nivel galáctico ha sido como alimento. El único punto conocido donde se come mynock es en el restaurante Kavsrach, en Coruscant, donde se ofrece un plato llamado Ciudad Nube de los Mynocks, definido como "una combinación picante de tiras de mynock en escabeche con nueces vweilu y chale ithoriano en salsa lum".

Existe una subespecie de mynock conocida como mynock brillante, cuya piel brilla cuando absorbe energía, incrementando la intensidad de su brillo cuanta más potencia absorbe; de ahí su nombre. Existen también otra variante del mynock que se encuentra en planetas propicios para la vida y se reproduce a partir de larvas.